lunes, 28 de septiembre de 2015

Donce mece el viento

Allá donde mire,
sé que existes.

Pensar
que el viento me de en la cara
y me traiga tu risa.

Que seas caracola
y la marea te arrastre a mi orilla.

Y volver a creer en el amor.

Cuando soy consciente de que existes,
es en ese momento
en el que más me gusto,
de pensar que yo
soy contigo.

Y me vuelvo a querer,
un poco.

Saber
que por fin
hay un sitio para mí
en este puto mundo:
donde tú estés.

Saber
que las barras de los bares
ya no soportarán más mis penas,
y que el alcohol
será una bebida social
y no un recurso cotidiano;
que el viento frío
ya no será quien corte mis labios.

Declarar
la guerra,
unilateralmente,
a nuestro amor pacífico.

Dedicarme,
íntegramente,
a acariciar tu ombligo con mi barba,
a escalar por tu monte
como deporte de riesgo favorito.

Buscar
mariposas en tus huecos
y surcar el mar en tus ojos.

Saber
que el Sol no hace falta
si estás tú.

Y así pasar los días.

Dibujar
corazones torcidos,
cactus y penes
en el polvo de los muebles.

Que de dos toques de hombro
te quites el vestido
y me ahogues con tus piernas.

Que se nos pase la hora del café
y de la cerveza,
que a la hora de comer
nos comamos.

Que nos besemos la cicatrices
y que cantemos a gritos
desnudos por la casa.

Saber
que de ti y de mí
nace
un nosotros.

Saber
que a veces,
es tremendamente grandioso
echarte de menos.

*

martes, 18 de agosto de 2015

(Ana)tomía



Lo que quede de mí
cuando me vaya
será una estampita de plata
y un cáctus agonizando,
me dijiste.

Pero aún quedaron de ti
días largos
de partidas de UNO,
de quimio,
de radio,
de comida de hospital,
de noches largas en una butaca,
de cigarros a escondidas,
de olor a desinfectante.

Siempre sentí
que detrás de aquella piel de color ámbar,
de los ojos ojerosos y oscuros como un agujero negro supermasivo
centro de mi Galaxia espiral,
más allá de la ropa de hospital mal planchada,
de tu boca, con la mía, cuando se hacía mar
detrás de la sal. La arena, las caracolas y el acantilado;
incluso más allá de ese bulto,

estaban las verdades.

Lo importante 
por delante de lo urgente:

La vida...

que tiene forma de bulto.

lunes, 29 de junio de 2015

El escaparate

Paseo
por el centro de la ciudad,
flanqueo las tiendas,
observo detenidamente
este mar
de coches
que escupen metástasis,
de neones
y corazones desgastados,
de moscas
que nunca hacen caso,
de escaparates
con celofán de colores.

Y justo
sube por la calle
una chica especialmente bonita
con unos pantalones
anunciando
la llegada del verano
y que huele
a otro mar distinto,
como recién llegada de la playa.

Sobrepaso los escaparates
titubeante
buscando
aquello que deseo,
pregunto incluso
en objetos perdidos
de la policía local,
pero no lo encuentro:
amor,
escaparate
de lo que no está en venta.

Lo que yo busco
no se vende
ni se compra,
en todo caso
se tiene,
aunque yo
lo haya perdido.

martes, 9 de junio de 2015

Violento amor

SUCH

Qué bien cuando viene la calma,
que todo se asienta.

Como cuando calzas con un cartonzillo
una mesa coja,
como el cigarro de después,
como cuando la marea
ya no arrastra.

Qué tranquilidad,
y qué azules esos ojos,
en los que dan ganas de zambullirse
en ese mar que llevas,
de no salir
y terminar arrugado
como un garbanzo.

Y qué jodido
que mi vida
tienda al caos
y no tus culottes
en el balcón de tu casa.

Que lástima que al final,
siempre hay un silencio...


( S i l e n c i o )


que deriva en caos.

Que siempre pasa,
por encima,
que todo se rompe,
  r 
    e  v
  i   e   n  t
     a,
se destruye
y vivir de nuevo
un Hiroshima
sentimental.

Que a cada paso,
más lejos de ti;
y a cada beso,
más seguro.

Qué lástima que tus besos
no busquen lo mismo que los míos
y todo termine
estallando
por los aires
y tú
siendo astilla
en mi pecho.

miércoles, 28 de enero de 2015

Esta mierda de poema es una cosa como el puto Sol cuando arde

Este frío que quema
se parece demasiado a tu ausencia.

Siento que no me soy suficiente
y que ahora
sólo quedo yo
conmigo,
y eso
nunca ha sido bastante.

Te puedo decir
que he conocido muchos amores,
pero nunca el más importante:
el propio.

Y desde que tú
ausentas mis labios
me siento muerto
en este lado de la vida.

Y sí,
tengo un problema
y creo que soy yo.

Desde que tu boca
es trinchera de mi cuerpo
me duele este amor de perro
sin ladrar,
este amor Big Bang
sin estallar,
este amor tan wizard,
tan crazy,
tan yonki,
tan rojo,
tan Saturno,
tan Maracaná,
sin podértelo dar.

Desde que tú
ya
no
estás,
con todos los besos
que te debo
me podría hacer
otra vida más.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Más allá del amor

Tengo un corazón que no me cabe en el bolsillo:
rojo,
con las venas trenzadas
y en la arteria
un tirabuzón.


Tengo una cajita
de madera
que dice que quiero ser un árbol,
lluvia cayendo
por tu escote,
una sonrisa bailando,
la tuya,
que quiero ser 'te quiero',
'que sí, joder, que te quiero',
más allá del amor,
donde estamos,

y yo.


Te tengo a ti,
pero es mentira,
nunca te he tenido.


Tienes kilómetros de sonrisas,
ojos que se clavan, aunque duela
como mirar fijamente el Sol,
tienes un suéter de lana
rojo,
como mi corazón de bolsillo,
aunque duela.


Tengo un girasol
que se voltea cuando te ve,
por tu brillo,
por tu Sol.


Tienes una giraluna
que atrae las mareas,
que me marea,
que me llena
de tu mar.


Tengo un Big Bang interior:
  una estrella,
   un paje real en el balcón,
    el pelo erizado,
     una flor seca en el cajón,
      un caramelo,
       una gata
        y un poema
         para decirle
          a todo aquel
           que no me cree
            que tú,
                        existes.


jueves, 6 de noviembre de 2014

Voy a vomitar un te quiero a ver qué sale

Me gusta tanto
que todas las veces que la veo
me perdono a mí mismo.

Las que no,
me las guardo
como noches que le debo.

Probé sus labios una noche de fiesta
como un último acto kamikaze,
porque sabía que quien los saborea
nunca los olvida.

Me preguntaba qué Miquel Ángelo te esculpió.

La felicidad se parece tanto a su cuerpo
que cuando no la tengo
sonreír se me hace un imposible.

He oído redobles a su paso;
suspiros convertidos en banda sonora;
he visto a hombres
mirando un partido de tenis en su cintura
deseando hacer un tie brake entre sus muslos.
Ellos saben que ni siquiera
podrán encontrar unas curvas así
en un manequí de Bershka
y que es ella y no el tiempo
quien determina el inicio del verano
con sus shorts.

Me he querido quedar a vivir entre sus labios
y: - bonita
arrímate más,
vamos a hacer montañita
en esta cama de matrimonio
no es que estemos demasiado anchos
pero este espacio
me parece un delito
si no lo rellenas tú-.

Porque el espacio no está en la estratosfera,
el espacio es lo que ella deja
cuando se va.

Y, cómo decirle, sin que suene desesperado,
que me mire, que me quiera,
porque esa es la única manera
que tengo de gustarme.

Cómo decirle, sin que suene a excusa,
que me he vuelto patriota desde que la besé:
que mi bandera son sus bragas,
que mi himno sus suspiros
y su nombre,
mi nación.

Cómo decirle, sin que suene a vómito,
que no se vaya nunca, por ejemplo,
que si lo hace,
que yo la esperaré siempre, por si acaso.

Cómo decirle que por su culpa
siempre quiero más,
que por su culpa
me falla la voz,
que por su culpa
me quedo,
que por su culpa
la
quiero.